Casi nadie sabía que desde hace un par de semanas Antonio Vega agotaba sus últimas horas en un hospital de Madrid. Hasta allí había llegado poco antes de suspender un concierto en Almería.
Hoy, 12 de mayo, nos deja. A medias, eso sí. Porque por suerte sus canciones se quedan. Se queda su fotografía de músico demacrado, castigado por el consumo de drogas y una tristeza infinita que asomaba siempre en sus ojos. Sobre todo desde que su mujer, Marga del Río, se le escapó de las manos. Hay quien dice que Vega no pudo superar sus noches sin marga, por eso salió a la luz en el 2005 el album '3.000 noches con Marga', dedicado a la que fue su compañera durante años. Su tabla de surf en la que cabalgar la anatomía de una ola. El punto de desconexión necesario para seguir enganchado... a la vida.
Nos deja en el recuerdo la tristeza de sus canciones. Especialmente en solitario, alejado ya de la larga sombra de Nacha Pop. Desde este blog iletrado sólo nos queda brindar una sonrisa para despedir al que ha sido uno de los músicos más importantes de nuestro país.
Antonio Vega vuela ya a esta hora con Marga. Que le vaya bonito.
"No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.
No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo."
-Antonio Vega; 'A trabajos forzados' (De un lugar perdido)-
2 comentarios:
Una triste pérdida.
Día de luto para la música. Antonio Vega: uno de los mejores autores del pop en castellano.
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