martes, 20 de julio de 2010

Inéditos veraniegos (IV)

Me sumo yo también a los inéditos veraniegos con otro relato ambientado en la época estival.

VERANO DEL 99

En el verano de 1999 no perdí la virginidad. Aquel verano no viví noches inolvidables que acababan con un baño al amanecer en una playa desierta. No recorrí Europa con una mochila y cuatro duros en bolsillo, ni viajé a Dublín para aprender inglés durante el mes de Julio. Fue un verano sin un amor juvenil de besos en los atardeceres y helados compartidos con la inocencia del que no conoce la palabra "Septiembre". Tampoco me embarqué en un catamarán que recorrió las islas Baleares vestido de blanco. En el verano de 1999 no leí "La montaña mágica", ni "Siddharta", ni siquiera "2666". No hubo durante aquellos días una canción que hoy me traiga recuerdos de porros compartidos a la orilla del mar, ni conciertos memorables con las camisetas regadas de sudor. Fue un estío sin éxitos deportivos nacionales, sin catástrofes mundiales ni muertes en la familia. No hubo durante aquellos dos meses hechos que forjaran una amistad inquebrantable que habría de trascender el paso del tiempo y la dilatación de la distancia.

Verano tranquilo. 1999. Penúltimo (o quizás el último) verano del siglo. Sin eclipses, ni lluvias torrenciales. El mejor verano de mi vida.

Basilio Pujante Cascales

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jugando con los tópicos...buen relato vicepresidente iletrado

(La secre)

Sr. Nadie dijo...

Y sin mundiales, ni eurocopas, ni juegos olímpicos...

Muy buen texto profe!!