Ha sido demasiado rápido.
Primero fue un ligero crujido. Un par de técnicos han llegado corriendo con sus herramientas y sus tubos de silicona a la enorme cristalera desde la que contemplábamos las maravillas del fondo marino.
Después, el murmullo del crujido se ha transformado en un ensordecedor estruendo, cuando el grueso cristal ¨irrompible¨ ha cedido por completo y el agua ha comenzado a entrar por todas partes .
Los 3-4 primeros segundos han sido fáciles: el pánico se ha apoderado de la veintena
de personas que allí estábamos ,buscando inútilmente una salida cuando el agua ha empezado a llegarnos a los tobillos.
Cuando he logrado recomponerme, he echado mano de mi pequeño portátil, y aquí me encuentro, intentando narrar lo que sucede a mi alrededor.
Los gritos de histeria van en aumento, de forma proporcional al nivel del agua .A esta profundidad, es de idiotas ponerse nervioso ante lo inevitable, pero ellos siguen empeñados. El portátil apoyado ahora sobre un alto estante .el agua por los hombros.
está fría. más gritos.
comienzo a flotar.agarro el ordenador.s difcil ecrbir asi.trago auga,stoy trnqilo,stms joodds,n pdueo seg
Eduardo Marín
1 comentario:
Muy original Edu!!
Una última sensación de agobio...
Un abrazo amgigo!!
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