jueves, 12 de agosto de 2010

Inéditos veraniegos (VIII)

Pasado por agua

Sentado en el interior del coche, veo pasar cardúmenes de peces a través del parabrisas. Imagino que aquí dentro tiene que hacer frío, pero hace tiempo que ha dejado de preocuparme. Permanezco sentado, con las manos aferradas al volante en un último y absurdo intento de evitar la tragedia. El agua se desliza entre mis dedos, envuelve mi cuerpo como una mortaja.

Recuerdo las sirenas de los coches, las luces brillantes, la sensación de velocidad, el quitamiedos quebrado, el grito.

En el asiento de atrás descansa la bolsa con los billetes y la pistola. Ya no pienso mucho en ello, claro, pero lo cierto es que el buceador que se aferra a la ventanilla del coche, a mi lado, es lo primero que ha mirado. Imagino que mi cuerpo no debe de tener buen aspecto, pues apenas le presta atención. Está claro que ha llegado a la conclusión de que, haga lo que haga, yo voy a permanecer sentado allí mucho, mucho tiempo.

Otro buceador avanza hasta el recién llegado; entre ambos aseguran ganchos y cadenas al armazón del coche. Se separan lentamente del vehículo y, de pronto, todo se mueve.

Estamos subiendo.

El agua se escapa en diminutas cascadas por cavidades del automóvil que desconocía. Es de día y hace calor, mucho calor, lo que hará que pronto el olor sea insoportable. La grúa nos deposita con rudeza sobre el asfalto, un asfalto repleto de hombres y mujeres uniformados y de paisano que danzan en el interior de un cercado vallado con cintas amarillas. Una de las mujeres se acerca hasta mí, me mira. En sus ojos anida un sentimiento inusual. Lástima, quizá tristeza por la forma en la que han terminado las cosas, quizá por mí.

Supongo que cuando abran el maletero y descubran al niño que me llevé como rehén dejará de mirarme de esa forma.


SANTIAGO EXIMENO

3 comentarios:

Jesús Garrido dijo...

perdón, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un inoportuno mosquito se ha detenido en la pantalla de mi teléfono móvil, echaré un vistazo a tu blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafao]

basiliopc dijo...

Bienvenido Jesús, esta es tu casa.

Zilniya dijo...

Yassssss, qué fuerte el final. Gran relato corto, te deja helado/a. :O