miércoles, 27 de julio de 2011

Dos poemas de Violeta Nicolás

INSTANTE

“I don't want to settle down

I just wanna chew gum

Oh no, oh no, a slip of the tongue

You think you're chocolate but you're

chewing gum”

Annie

“got myself a piece of chewing gum”

Smashing Pumpkins


Me siento como un chicle rígido y frío,

-Consuela la humedad y movimiento anterior-,

Parezco una boca sin beso ni comida ni agua,

Una adolescente que escribe esto desde el pasado.

Carcasa violentada por la inclemencia atmosférica,

Bloque de algo solitario,

Materia por sí y en sí misma.


NUBES DE AVIÓN

A Roma cuando la ola de frío siberiana,

Fui a refugiarme de tu negativa.

El frío, guarida al desencanto,

Morimos un poco, por todos lados.

Al tocar tierra todo seguía en su sitio menos tú.

La ventana del avión en suspenso,

De pronto, las nubes que no pasan.

Tampoco vuelan.

El frío del norte que nos separó,

Con la helada deshicimos lo hecho.

Al pasar la ola de frío siberiana,

Permaneciste seco, dispuesto a mi caricia.

Extraño, porque la caricia estaba en suspenso

Sobrevolando nuestros rostros.


Violeta Nicolás (Murcia, 1984) es licenciada en Bellas Artes y ha sido galardonada con el Premio Creajoven de Poesía de 2010.

martes, 26 de julio de 2011

Revista "Josefina La Cantante"

Ayer tuvo lugar en La Azotea la presentación de una nueva revista literaria: Josefina La Cantante. Bajo este título, tomado de un relato de Kafka, se esconde un gran trabajo editorial coordinado por Reme Perni, galardonada con una beca Generacción de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Este número 0 de Josefina La Cantante tiene como nexo "El deseo de escribir", que vehícula la mayoría de las composiciones. Entre ellas encontramos poemas, relatos, ensayos y cuadros, todos ellos de Juani Fernández Amor. Entre los colaboradores, están jóvenes escritores murcianos como Enrique Rubio, Virginia Cantó o Rocío Saavedra, pero también nombres internacionales como Julian Assange (el editor de Wikileaks) que colabora con un ensayo titulado "La conspiración como gobierno".

Si queréis haceros con un ejemplar de Josefina La Cantante (es gratuito) podéis buscar su perfil en Facebook o escribir a josefinalacantante@gmail.com

martes, 12 de julio de 2011

Suite Affaire en tus oídos


Nuestro amigo y habitual colaborador musical en las fiestas iletradas, Jesús López Cremades, acaba de lanzar su primer disco con el grupo Suite Affaire. Desde Colectivo Iletrados os recomendamos que lo descarguéis cuanto antes (¡es gratuito!) para que podáis gozároslo. Se trata de un trabajo sonoro exquisito y cuidado al detalle que, a nuestro entender, convendría combinar en su escucha con un gin-lemon de Bombay Saphire.



¡Disfrútenlo!

lunes, 11 de julio de 2011

Aforismos con barba (3)

21. Las musas deberían cobrar los derechos de autor de los afectados poetas.

22. Las matemáticas son la religión de los científicos.


23. Qué desgracia la del árbitro: 90 minutos en el campo y no poder darle una patada al balón (ni a ningún jugador).

24. La fórmula "hasta que la muerte os separe" debería cambiarse en las bodas, por obsoleta, por la más realista "hasta que la hipoteca expire".

25. Cada vez que la lluvia suspende una procesión (lágrimas de nazarenos sin capuchón) tengo la certeza de que Dios odia la Semana Santa.


26. Esa rara confraternización de los urinarios públicos.


27. Ministerio de Defensa, fuego amigo, daños colaterales... la verdadera munición de los ejércitos actuales son los eufemismos.


28. Todos los museos del mundo están llenos de gente intentando por todos los medios parecer interesada en el arte.


29. Las chimeneas erectas de las fábricas eyaculan un humo que preña el cielo de nubes grises.

30. El matrimonio no funciona ni siquiera como antídoto contra el onanismo.

lunes, 4 de julio de 2011

"La vida incompleta" de Alberto Caride

Nuestro compañero Alberto ha debutado como articulista en la web Teleprensa. Os reproducimos en este post el artículo, que también podéis leer en este enlace.

Siempre he huído de las personas que, pudiendo decir las cosas de una manera sencilla y concisa, se empeñan en utilizar tecnicismos complejos que codifican su mensaje sólo para unos pocos. Si algo importa en esta vida debe decirse en alto y de forma clara, y eso, precisamente, es lo que hicieron hace algunos años en Murcia, Francisco Brines y Antonio Tabucchi. Recuerdo que ambos, poeta y novelista respectivamente, realizaron en el espacio de una semana un buen elogio de la literatura de la manera más eficiente: huyendo de los tecnicismos más académicos para llamar a las cosas que importan por su nombre.

La literatura y la vida son dos cosas bien diferentes y si se pudiera elegir, como dijo Tabucchi, entre hablar del amor o hacerlo, desearía hacerlo muchas veces. Porque la vida no debe perderse en exceso tratando de describir su belleza presente si se puede vivir. Sin embargo, tanto Brines como Tabucchi coincidieron en que, esta vida por sí sola en insuficiente. Su temporalidad, no siempre administrada con justicia, la hace demasiado corta, finita, incompleta, de ahí la eterna búsqueda del hombre (y del artista) de algo que la trascienda, la supere, la haga infinita.

La literatura consigue hacer de nuestra única realidad un prisma infinito lleno de infinitas posibilidades: Cervantes fue al mismo tiempo Alonso Quijano, Flaubert, Emma Bovary y Goethe el mismo Fausto. La Teoría de los Mundos Posibles, despojada de tecnicismos, viene a revelar algo muy simple y, al mismo tiempo, enriquecedor: la literatura, a través de la verosimilitud, es capaz de crear una infinitud de realidades, espacios, tiempos y vidas posibles.

La poesía (la literatura entera) es cosa de drogadicción, dijo Brines, de autodrogadicción diríamos nosotros, no por lo que tiene de nocivo, sino por su capacidad adictiva y alucinógena.

También a esto se refirió Tabucchi, la literatura viene a demostrar que la vida es insuficiente; el acto (la vida) en sí no puede serlo todo, ya que su potencia (la literatura) es infinita. Esto explicaría por qué todos los holocaustos del mundo nunca empezaron por las personas, sino por los libros.

Pero, ¿para qué sirve la literatura? Su finalidad más natural es escribir acerca de lo que se desea o de lo que ya hemos perdido, pero existen múltiples motivos. ¿Se escribe porque tenemos miedo de la muerte?, ¿o no se escribe porque tenemos miedo de la vida? Planteó Tabucchi. Una cosa está clara, y aquí coinciden ambos escritores: el compromiso del artista no está tanto en lo político o en lo social, cuanto en la sinceridad de las palabras. No se puede escribir (solamente) por compromiso social o por obligación, finaliza Tabucchi y yo, con él.