miércoles, 8 de julio de 2009

Paseo en bicicleta


Hoy no es lo mismo.

Lo noto al recorrer de punta a punta la calle. Cuando me cruzo con la tía de Paula, o más bien con sus hijos.
No es lo mismo y se nota en el aire que respiro, cargado y húmedo: el lugar y el momento se antoja diferente. Aún conserva ese viejo olor a salitre, abono orgánico y jazmín, pero tiene un aroma distinto. Quizá sea que mi nariz tampoco es la misma. Ya no corona la sombra de un bigote: corona un bigote moreno y espeso que debo llevar correctamente afeitado para evitar problemas. Pero el aire -o la nariz-, como digo, no es el mismo que cortaba mi cara cuando corría con todas mis fuerzas para poder ganar a 'polis y cacos'. Ni el mismo que refrescaba mis noches de 'teléfono roto': curioso juego cuyo fin viene a ser el mismo que el de un medio de comunicación: descifrar un mensaje manipulado desde su creación.
Ni siquiera el chaval aquel que conduce
alocadamente su Mountain Bike por el paseo marítimo mientras escucha y grita -comparte sus momentos- las canciones de Mägo de Oz, parece ser el mismo. Ese chaval que hasta hace poco era imberbe y ahora luce una barba espesa y una cabellera bien larga. También él ha cambiado. Aunque, eso sí, sigue cantando a viva voz los temas de Mägo de Oz. Entonces, pienso que en el fondo, tampoco hemos cambiado tanto. O sí.
Soy consciente de ese cambio cuando de noche paso junto a la playa y escucho gritos en el agua. Y me doy cuenta de que no son míos, o de alguno de mis amigos. Cuando veo a un grupo de chic@s jugar a fútbol playa, rodeados de botellas de coca-cola y cartones de vino perfectamente dispuestos sobre la toalla. Y miro sus caras, y no me encuentro.
Hoy no es lo mismo.
Y simplemente lo noto cuando salgo a pasear en bici, yo solo, por la playa.
Y pienso todo esto con cada nueva pedalada. Solo. Y lo escribo.

9 comentarios:

basiliopc dijo...

Yo desde la distancia también siento lo mismo, aunque no esté en las salinas, ni en Varazú, ni en un chiringuito, ni jugando al fútbol sobre la arena llena de piedras...

Mari me dice que no volverán esos momentos, que como mucho veremos a nuestros hijos hacerlo. Y yo pienso que no estaría mal.

Sr. Nadie dijo...

Y Mari tiene razón: esos momentos no van a volver... Eso es lo que más pena me da... Como decía Ernesto Sábato en El Túnel: "La irrecuperable magia de la irrecuperable niñez".

Anónimo dijo...

Madre mía, yo también lo echo de menos. Y no poder ir allí, aunque sea para dar un paseo sola en bici, hace que me cueste hacerme a la idea más todavía.
Sin embargo, lo mejor de todo es que todos estamos aquí y a todos nos pasa lo mismo cuando hablamos de aquellos veranos. Hace unos días me dijo una amiga que todos conocemos "mi infancia se acabó cuando dejé de ir los veranos a Los Narejos".
Lo único que puedo decir es que todos seguimos cerca, aunque no físicamente, y eso es lo que me ha permitido llevarlo lo mejor posile.
¡¡Gracias chicos por seguir por aquí!!

Paula dijo...

Soy Paula que no he puesto nombre

Culturajos dijo...

ningún hombre puede regresar al tiempo en que todo era inocente. Tengo esa frase de Sanchez Adalid colgada en el crital de mi ventana. Eso me ayuda a mirar al futuro y no tanto al pasado

Cristinota dijo...

da miedo,leerte y descubrir que todo esto es verdad!! dios...lo que hemos cambiado... o la vision que tienen ahora los niños de las cosas...

a mi parecer (seguro que todos vosotros pensais lo mismo porque somos practicamente de la misma edad) que se quite toda playstation mientras estén las tardes jugando al balon en la calle con los vecinos de casa de la abuela! que momentos dios..

Silvia dijo...

Pero mientras lo piensas, lo estás viviendo, tal y como lo recuerdas.

:)

Amapola Psicovisceral dijo...

Pero tampoco hay que ver esto como algo negativo..en cada etapa de la vida hay cosas que nos hacen feliz. llegará el día enque seremos más felices viendo a nuestros hijos hacer lo que hicimos, que haciéndolo nosotros mismos.
Lo bonito es avanzar, que no se estanque el sentimiento. Deberíamos de agradecer que cada día nos llenaran diferentes cosas, aunque para ello tengamos que dejar marcharse otras.
Para eso estamos aquí, no?para vivir.

Muchos besitos, iletradoooos!!!!!!!!!!!!
(mira que con el calor que hace hacernos epnsar así...)

muaccsss

Amapola Psicovisceral dijo...

Además, ahora que lo pienso. Que levante la mano quien quisiera volver ahora a ser niño. ¡Y no ser niños sabiendo lo que sabéis ahora, sino niños ingenuos que no se plantean nada.
Al menos yo no me cambio.


muacs!(ya me callo ^^)