jueves, 4 de septiembre de 2008

"Memorias de Adriano" (Marguerite Yourcenar)


Empezamos una nueva sección en el blog iletrado comentando los últimos libros que hemos leído, en mi caso comenzaré con Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.
Se trata de un clásico de la novela histórica o de la biografía novelada o de las novelas de memorias (con rasgos de estos tres subgéneros).He de reconocer que ha sido un libro que me ha costado terminar: durante dos años lo he tenido en la estantería de los “libros pendientes”; cada cierto tiempo comenzaba a leerlo, quedaba atrapada por las palabras del comienzo pero me desesperaba cuando ya llevaba unos días con él. Creo que se trata de un libro para leer “piano, piano”, para hacerlo cuando se busque disfrutar de una prosa equilibrada y serena, como de una obra griega se tratara (recordemos que Adriano, emperador romano, fue gran admirador de la cultura griega y esto Yourcenar ha sabido recrearlo perfectamente en la disposición de las palabras).

El argumento de la obra es, tal y cómo queda resumido en el título, las memorias del emperador, dirigidas a su sucesor, para adoctrinarle, poniendo como ejemplo su vida, acerca de la ardua tarea del gobernante romano.
He leído bastantes críticas a esta obra: principalmente se le achaca poner en boca de Adriano reflexiones que poco tienen que ver con el espíritu romano y más bien se acercan a la mentalidad del siglo XX, incluso se le critica que Yourcenar aprovecha la figura del emperador para dejar oír su propia voz. Creo que la mayoría de estos comentarios olvidan que no se trata de una obra historiográfica, sino de una obra literaria que participa de la ficción novelesca y del lirismo personal de la poesía. Poco importa que Adriano fuera el que la escritora belga recrea.
Para resumir, mi valoración de la obra es ambigua: me quedo con su prosa y con la perfección de la obra acabada (cuando acabas de leerlo tienes esa sensación de una obra redonda, perfecta). Prefiero olvidar que el argumento no me atrapó, que a veces me “aburrí” con su lectura. De ahí que diga que se trata de una obra para leerla en el momento adecuado y por el lector adecuado, no se trata de una obra para principiantes.

1 comentario:

Joselu dijo...

He leído dos veces Memorias de Adriano. La primera vez en Sumatra hace hace veintidós años. Estaba enamorado e iba detrás de ella buscándola por todo el sudeste asiático. Entonces me resultó una novela apasionante y el enamoramiento de Antinoo y las reflexiones sobre la vida de Adriano fueron decisivas para los días que viví allí hasta que la encontré por azar en Singapur. Pocas veces he leído un relato más magistral y sugerente, escrito en una prosa soberbia alejada de la novela barata histórica que nos invade. Desgraciadamente, volví a leer la novela hace dos años y me resultó pesada, morosa e insufrible. Había cambiado yo, el momento no era el adecuado, y el libro se me había cerrado. Me ha pasado con otros libros. A pesar de esta segunda lectura me quedo con la primera en mi memoria. Aún puedo recordar la emoción con que pasaba sus páginas en un autobús en medio de la jungla de Sumatra.