A veces la suerte se asemeja a una moneda
de dos caras a la que apostar sin miedo al fracaso
y se nos antoja que, lo imposible,
como parar las guerras que niegan la infancia
o mover montañas incluso sin fe,
podría alcanzarse sólo con estirar la mano.
Pero en el día a día
esas grandes empresas que soñamos
se nos convierten en papel reciclado
donde escribir las mentiras del mañana.
A veces resulta más fácil alistarse
en el ejército imperialista de la liberación
o vaciar el cargador de un revólver
en los incomprensibles ojos de una mujer,
¡malditos cerdos sin agallas!
Pero mirarse fijamente a los ojos y comprender
frente al espejo que somos un fracaso,
sentir como la vida se nos escapa
en la piel del equivocado,
o renunciar a ella y pasar el resto
condenado a esa renuncia cobarde…
es como soñar con lo que ya tenemos
si el valor suficiente para apresarlo.
1 comentario:
Vulture vuelve a la poesía... Yes you can.
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