Ella
entró justo cuando los sumilleres abandonaban la sala. Las copas de vino,
desordenadas sobre la mesa, conservaban restos de la contienda. Eligió una copa
cualquiera, la olfateó y la apuró de un trago: “Joven, pero intenso”. Repitió
con otra: “Crianza, sin duda”. Luego se ajustó su traje de limpiadora, observó
la sala… y le echó un par de narices.
Miguel Ángel Gayo Sánchez
LA APUESTA
El vino cerró la insólita apuesta. Alrededor de la mesa de
juego cesaron de pronto las risas y los murmullos. Quienes presenciaban
contuvieron la respiración expectantes.
Lentamente, los adversarios mostraron sus cartas y después
el perdedor empujó a su compungida mujer al otro lado de la mesa como si de una
mercancía se tratara.
Nunca volvieron a verla.
José Ángel Gozalo
HEDÓNICA CORDURA
María del Mar López Gómez
MI HORIZONTE
Cansado subí a la cumbre.
Allí estaba el
horizonte, lejano, inalcanzable. Descansé, y ya tranquilo, comprendí que era
circular, que existía más de un horizonte y sólo debía elegir el mío. Oteé
varios y, al fin, encontré mi destino. Mi camino transcurre entre mis pues y mi
horizonte.
Me abordó una inmensa serenidad, cicatrizante y bajé.
David García Tudela
BRINDIS
Una viscosa telaraña de bilis impedía el paso a su
voz, cuando dos lágrimas acudieron oportunas a disolver el nudo que
estrangulaba su garganta. Su mirada náufraga tradujo sin vacilar una señal
inequívoca de reconciliación al rozar la botella. Estallaron sus copas en un
brindis de esperanza, y bebieron mientras la tristeza se ahogaba sin remedio en
aquel elixir infalible.
Rosario Guarino
3 comentarios:
Pues vaya talento... eso lo escribe mi abuela
Pues para escribir tan bien, tu abuela no te enseñó a saber perder.
Primer anónimo: no se si tu podrás escribir algun relato mejor, pues careces de educación y cultura.Si estas despechado porque te presentastes y no quedastes ni siquiera finalista,aprende a ser humilde y no pisar el trabajo y el talento de los demás.Saludos y toma nota majete/@.
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